viernes, 1 de julio de 2016

La ropa del futuro que ha seducido a U2 y Katy Perry

Afortunadamente para quienes aspiran a llevar algo más que un mono plagado de lucecitas, la tecnología y la moda se acercan cada vez más.
 En realidad, nunca han estado demasiado lejos (para ser precisos, la industria textil fue esencial durante la Primera Revolución Industrial).

Sin embargo, los aportes tecnológicos parecían más encaminados hacia los materiales o los procesos de fabricación que al diseño de las prendas.
Así ha sido, al menos, hasta ahora, cuando la irrupción de los wearables y la necesidad de estar siempre conectados invita a dar un paso más allá.
Una de las primeras compañías en entender el potencial existente en la hibridación entre la moda y la tecnología ha sido CuteCircuit.
Fundada en 2004 por los diseñadores Ryan Gentz y Francesca Rosella, la firma asegura que los wearables no pueden limitarse a “un gadget enroscado alrededor de tu muñeca.
Un wearable debería ser una prenda bella que permita al cuerpo humano convertirse en un interfaz, una suerte de segunda piel que puede conectarnos con gentes y lugares, incluso con los que están lejos de nosotros”.
 Esta idea, la de la ropa inteligente y conectada, ha llevado a CuteCircuit a convertirse en una firma de moda reconocida internacionalmente.
Estrellas como Katy Perry, U2 o Laura Pausini han elegido alguno de sus diseños para aparecer en el escenario, y marcas como Converse les encargan creaciones exclusivas.
La convergencia entre la tecnología y las prendas conseguida por Gentz y Rosella es absoluta. “Estamos haciendo la moda del futuro, asegura Gentz.
Utilizamos materiales futuristas, telas inteligentes, microelectrónica y diseños innovadores aplicados a nuestras prendas”.
Las colecciones de CuteCircuit -que han seducido por igual a semanas de la moda y encuentros de tecnología- incluyen camisetas, faldas o chaquetas que pueden cambiar de color y dibujo según lo desee el usuario, pero también prendas conectadas con las que enviar abrazos a personas que se encuentren en la otra punta del planeta, o con sensores que pueden transmitir las vibraciones de la música a invidentes.
 “Pensamos, dice Gentz, que ha llegado la hora de que la moda entre en el futuro y se integre en nuestro estilo de vida digital”.